LIBRO | Persona normal

 

TÍTULO: Persona normal
AUTOR: Benito Taibo
GÉNERO: Contemporáneo
EDITORIAL: Booket
PRIMERA EDICIÓN EN ESPAÑOL: 2011
PÁGINAS: 248
SERIE: -

GOODREADS BOOK DEPOSITORY

 

SINOPSIS:

Tenía un par de padres divertidos y jóvenes, llenos de sueños y de planes. Pero a mis doce años, cinco meses, tres días y dos horas y cuarto, aproximadamente, me quedé sin ellos…

Desde que el tío Paco se hizo cargo de él, Sebastián ha vivido aventuras increíbles: tuvo un encuentro inesperado con un enorme felino, conoció a uno de los últimos vampiros que viven en el DF; frente a su casa vio a un mítico personaje saltar de la góndola en la que viajaba, para rescatar a una joven de una inundación; consiguió un mapa estelar para un pobre extraterrestre perdido en la Tierra, sobrevivió el embate de un enorme monstruo marino, peleó al lado de los sioux para defender su territorio de los colonizadores… ¿Qué pasa con Sebastián? ¿Acaso no es una «persona normal»?

MI OPINIÓN

Todas y cada una de las personas que componen esta enorme comunidad de bloggers, booktubers y bookstagrammers, se cansaron de hablar maravillas de este libro y recomendarlo. Me encantó el título y su portada, y me convenció su sinopsis desde el principio. Lo único que faltaba era ir a una librería, gastar mis chequelibros y conseguir así dicha copia, para luego terminar leyéndolo con la mejor disposición que tenía.

A Sebastián le encanta leer, y eso es evidente desde el primer capítulo, en el cual despliega sus grandes para la imaginación y los sueños. Y el tío Paco aviva esa peculiaridad de su sobrino de doce años, enseñándole sobre diversos temas de interés, pero sobre todo el significado de la «educación sentimental». Este joven recibe de su tío su tan apreciada biblioteca repleta de libros, en los cuales pasa la mayor parte de su tiempo reflejándose, estudiándose, preguntándose y resolviendo, con la ayuda de su grandioso y simpático tío, los más grandes misterios de la naturaleza humana.

«El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.»

Bueno, a ver, como decirlo para que se me entienda. La verdad es que ni yo logro comprenderme. Por una parte, me gustó este libro. Dejando de lado la escritura y la trama por un momento, debo decir que contiene unas reflexiones muy bonitas sobre ciertas cuestiones de la vida que te dejan pensando. Además, las referencias a ciertas obras clásicas de la literatura dentro de esta historia fue una excelente manera de evidenciar el poder que tienen los libros para todo y, desde mí punto de vista, el hecho de que el autor aportara una explicación más detallada de las referencias al concluir la historia, me pareció muy amable y útil para los que están empezando a bucear en el mar de la literatura clásica, como yo. Pero cuidado, con esto no estoy diciendo que hay que comerse sí o sí todos los libros que Benito recomienda; en cualquier caso, vale mejor actuar como un filtro que como una esponja.

Ahora (*momento de tensión*), me da mucha pena admitir que este libro me dejó indiferente. Realmente esperaba que no lo hiciera, pero lo hizo. Al leer la última palabra, no me sentí ni emocionado ni contento ni nada de nada. Quizás me digan que soy un insensible, que este libro es una joya y toda la bola, pero la verdad es que no voy a mentirles diciendo que me marcó un antes y un después cuando en realidad no fue así. ¿Hubo momentos tiernos en los que me sentí identificado? Sí, algunos. ¿Fui capaz de comprender el lenguaje de Sebastián y su manera de ver el mundo? Algo raro, en parte, pero sí. ¿Cambió mi manera de ver las cosas? No, porque ese es precisamente el punto: se trata de reflexionar sobre dichas ideas y, luego de sopesarlas, quizás adoptarlas. Filtro o esponja. Cada uno elige.

«Cada canción, cada sueño, cada encuentro fortuito o premeditado, cada película vista, cada libro leído te hacen una persona diferente, te determinan.»

Acá lo que definitivamente no está a discusión es la deleitable prosa que nos ofrece Benito. Cada palabra es una gota que compone el fluido río de narración, tan como el que se describe en el primer capítulo. Nunca te aburrís y nunca te atascas. Sin embargo, hay ciertos factores que me hacen ruido. Por ejemplo, como ya dije antes, me parece raro la manera en la que Sebastián habla y actúa a lo largo de la historia, teniendo tan solo doce años. Muy poco realista a mí parecer, y creo que ese detalle me impidió congeniar con este personaje. Paco, por su parte, no me provocó más de lo que aparenta ser, aunque me hubiera gustado un poco más de sinceridad, que demostrara esa lucha interna de la que tanto habla y sufre, y me hiciera sentir un nudo en la garganta tan grande que tuviera que abandonar la lectura por un momento.

Sea habla de no ser una persona normal y que para lograrlo se debiera poseer una serie características determinadas. Y sentí por un momento que el libro planteaba que las personas que no elegían seguir los mismos pasos que el protagonista, terminaban con un destino para nada provecho, cuando en realidad no es así. No porque no leas determinado tipo de género o inclusive no lo entiendas, significa que no puedas ser único. Puras pamplinas, como diría el Sr. Scrooge. Creo que esta historia tiene los elementos necesarios para ser una de las más grandiosas de todas (quizás para algunos lo es), pero creo que le falta un elemento más, algo que le de un cierre a todo el mundo creado por el autor. De todas maneras, lo disfruté, no es de mis favoritos, pero me hubiera gustado que lo fuera.

Persona normal tiene todos los temas posibles que te puedas imaginar: el amor, la educación, la identidad, la lucha, y la empatía, todos ellos mezclados en una historia repleta de imaginación y de pensamientos cargados de significado que no dejará, o tal vez sí, "normal" a cualquier lector. Depende de uno.

PUNTUACIÓN: 3,5/5

Fuente de imágen: Grupo Planeta